lunes, 29 de abril de 2013

El futuro de la educación en México


La educación es tan importante  
como para que este  en manos de unos cuantos.
Oppenheimer


Alguien que piense que el futuro de la educación depende de una sola persona lo tildarían de loco, sin embargo en México esto y más puede ocurrir. Los poderes fácticos alcanzados por la lideresa sindical Elba Esther Gordillo, mejor conocida como la “Maestra”, sobra decir rebasa por mucho lo de otros sectores de la población. Y es que el sindicato de trabajadores por la educación es uno de los más poderosos en América Latina, a tal punto de inclinar la balanza en decisiones políticas fuertes. Y esto sobra decir que no es ninguna novedad, en México lo sabemos de mucho tiempo atrás.

No interesa decir para los fines de este artículo cual ha sido la trayectoria de la Maestra ni cuáles han sido  sus alianzas sino en reflexionar sobre las consecuencias que tiene esto para la educación y en general qué futuro se vislumbra para la misma en los próximos años. Esto con el fin de sumar opiniones al respecto de lo que para México será un cambio decisivo para las prácticas que venían haciendo no sólo al interior del SNTE sino de los demás sindicatos e instituciones.




Saber sí es un acierto o no o qué hay de fondo de tal investigación nos puede llevar a caminos que no terminaremos por caminar en este pequeño sendero, sin embargo a primera vista parece un acierto total la mirada fija en una de las personas más influyentes en lo político y en lo educativo.  Basta decir, que la burocracia educativa (sindicatos, FMI, BM) en los últimos años ha tenido mayor influencia en el rumbo de la educación que los mismos actores de ella (llámese maestros, alumnos, gobierno, sociedad).

La detención de la maestra se da a unos días de promulgada constitucionalmente  la Reforma Educativa, misma que ha suscitado manifestaciones en diferentes partes del país reclamando  allanamiento a los derechos laborales de los trabajadores. Los precursores de la Reforma se han defendido al insistir en que habrá más justicia a los trabajadores que laboren con calidad elevando el nivel educativo; y que se eliminarían viejas costumbres como el apadrinamiento o la venta de plazas que desde hace años se ha venido tratando de hacer pero sin la fortuna de la aprobación de la reforma. Por tanto, se pretende democratizar las oportunidades de ingresar al sistema educativo y aunado a eso incentivar una meritocracia al interior de la educación. Esto es, que cada uno de los trabajadores de la educación tendrá el puesto que se merece dado el desempeño que realice.

Sin embargo en varios sectores de la población se podía observar cierta incredulidad a la Reforma puesto que no castigaba a quienes habían hecho del tráfico de influencias y la corrupción un cáncer que ponía en jaque la salud del ya enfermo sistema educativo en México. Pero hoy sorprende en demasía la detención de la maestra por otros motivos indirectos a la educación y no por su propio desempeño en uno de los sindicatos más poderosos y más importantes en México. La rendición de cuentas a la maestra era una tarea imposible dado el poder que ejerce en diferentes cúpulas, sin embargo la detención viene por cierta “inmoralidad” con respecto a los recursos de los trabajadores.

Sin duda la transparencia es una de las enmiendas que la democracia ha venido cimentando en la construcción de los estados y en buena medida esto ha ayudado a la investigación de la lideresa sindical. No obstante, dado el acierto del gobierno Federal, cabe la pregunta de si esto se expandirá a otros sindicatos que bien lo necesitan para que éste país asuma con la frente en alto los compromisos que se han postergado e incluso ignorado desde hace muchos años.

Respecto a lo anterior, recientemente ha circulado en los noticieros tanto impresos como virtuales el regalo que ha hecho el líder sindical Deschamps. Me parece que eso es una grosería a los trabajadores como al propio país, debido a la crisis económica que se vive actualmente para hacer ese tipo de obsequios. Mientras en Europa se caen por las deficiencias económicas que se viven, a tal punto de que se ahorra todo lo posible para pasar el bache de la reforma, en México parece ser un paraíso para el beneplácito de unos cuantos que gastan como si la cartera no tuviera límite. Proceder en la revisión de este tipo de actos es otorgar un poco de justicia a la sociedad mexicana que ha llegado al hartazgo de qué ese tipo de cosas pasen sin que nadie haga nada.

Regresando a lo que compete con respecto al futuro de la educación en México me parece que lo ocurrido con la maestra será una pauta para pensar mejor si persisten en conservar las mañas y la forma en cómo dirigen la educación al interior del sindicato. Para la fortuna de la reforma tal parece que puede marchar viento en popa con buen rumbo hacía los fines que persigue: tomar un mayor control de la educación desde la Secretaría de la Educación, cosa que desde antes tenía que ser.

Esto abrirá sin duda el camino de la educación, ya que no estará al servicio de una sola persona. Por tanto, es menester estar atentos a los cambios que se harán al interior de la educación sin perder de vista los otros sectores importantes del país como lo es PEMEX. Ahora más que nunca los mexicanos debemos estar al pendiente de las decisiones que se toman para manejar con cuidado las cosas que orientarán el futuro de México no sólo en el ámbito educativo, sino también político, económico y social.

martes, 5 de febrero de 2013

Sobre la Fábula


Existe un distintivo peculiar en el ser humano y es el imaginar. Este distintivo rinde sus frutos en la literatura, el arte, la música, la televisión, el teatro, el cine y hasta el internet. La imaginación – se dice comúnmente- es irreal; sin embargo nosotros no podemos vivir sin por lo menos imaginar algo; entonces se vuelve algo natural la imaginación en el hombre. He dicho anteriormente que la imaginación rinde frutos en diferentes formas de expresión, por tanto eso que se dice de irreal parece poco cierto, ya que la imaginación es parte de la proyección que el hombre tiene de sí mismo, es decir, el hombre se refleja en la imaginación para ayudarse en la realidad concreta.

¿Cómo sucede lo anterior? La proyección de  la imaginación se da cuando nosotros imaginamos situaciones, hechos, discusiones, etc. Es decir nosotros imaginamos regularmente qué tenemos que hacer cuando estemos viviendo esa situaciones, qué hacer, qué decir, cómo comportarnos, etc. Pero nosotros no sólo nos proyectamos cuando imaginamos lo que acabamos de describir sino también cuando nos narran sucesos de otras personas o cuando nos insertamos en la literatura.

Un claro ejemplo lo tenemos en la fábula, la fabula es un sub-género literario que pertenece al género narrativo de la literatura. Dicho género lo debemos al griego Esopo que vivió en el siglo VI a.C. La invención de la fábula es bastante significativa para el tema de la imaginación que hemos abordado en este pequeño artículo. Y es que la fábula fue una invención (relativo a la imaginación) que Esopo realizó para proyectar aquello que despreciaba de la sociedad de aquel entonces. Por tanto utilizo la fábula para proyectar una conducta (ethos en griego) en sus conciudadanos y así dejar en descubierto los malos hábitos que existen en las relaciones humanas. Y en la estructura de la fábula se le conoce como moraleja. La fábulas tiene algo peculiar en su interior, y sobre eso reflexionaré filosóficamente en las siguientes líneas; a fin de sacarle provecho a la fábula y a la imaginación.


Las fábulas que conocemos los personajes principales son los animales, que fácilmente podemos reconocer por ciertas actitudes, por ejemplo: el burro es necio y testarudo; la serpiente venenosa y persuasiva; el león es un ególatra, la zorra es mentirosa y astuta; la hormiga es humilde y trabajadora. Lo que me interesa resaltar es que estos animales tienen una naturaleza que el hombre le ha conferido,  a tal punto que conocemos o podemos identificar fácilmente la personalidad de estos animales. Pero, lanzo la pregunta relevante ¿Si los animales tienen conductas definidas, qué conducta define al hombre? ¿Podemos encontrar una conducta que defina al hombre de hoy en día?


Aquí es donde cabe lo que hemos mencionado de la imaginación. El hombre se refleja en ella a fin de enseñarse el mismo algo. ¿Cuál es ese algo? A saber, que no tiene una naturaleza definida y que él a libre voluntad puede elegir ser cualquiera que le favorezca personal y colectivamente.  Y es por eso que Esopo denunciaba a través de la fábula cierto tipo de conductas que empobrecían las relaciones humanas y prefería otras. Las que preferían estaban cerca de lo que se consideraba justo en aquel tiempo. Para hacer valido el traer a cuenta hoy en día a Esopo, debemos voltear nuestra vista a las conductas que hoy vemos reflejadas en nuestra sociedad y a rascar los valores que hoy tenemos para pulirlos en nuestras acciones más que en nuestras palabras.

Por ello exalto el papel de la imaginación en  el presente artículo, ya que, si ella nos permite reflejarnos vale la pena proyectar lo que nosotros deseamos como sociedad y como individuos insertos en ella porque una sociedad no es otra cosa que el reflejo de nuestra gente, de nuestros valores, de nuestra educación, de nuestro lenguaje y por tanto, de nuestras acciones. Dado esto, cabe la exhortación de cultivarnos no solamente en lo que la televisión, el internet proyectan cómo lo que está de moda sino también en lo que la prensa escrita opina sobre lo que nos pasa cotidianamente, porque el diario es un espacio público de reflexión sobre las opiniones que tenemos los ciudadanos en el medio en que nos desarrollamos.

Además del diario están los libros, las revistas especializadas, de cultura general, los documentales. Ahora que se dice que estamos en una era de la información, cabe resaltar lo importante que es estar informado, pero más allá de eso lo necesario es estar formado para poder enfrentar las vicisitudes que nos presenta el día a día. De ahí que la filosofía sea una actitud que trato de reflejar mediante este escrito para invitar a dialogar sobre lo que nos pasa, lo que queremos que nos pase y lo que nos está pasando.



Por tanto, dejo una pregunta al aire al amable lector que se da tiempo de leer. ¿Qué conductas desdeñamos y cuáles son dignas de admiración hoy en la actualidad y bajo qué criterios son los que juzgamos? Dar respuesta a este cuestionamiento nos hará ver que aun el ser humano pondera las relaciones humanas cómo aquello que nos distingue del reino animal por valorar los efectos de nuestra conducta con las demás personas. 

viernes, 23 de noviembre de 2012

Día Internacional de la Filosofía


“En Filosofía son más esenciales
las preguntas que las respuestas”.
Karl Jaspers

El jueves pasado se llevó a cabo el Día Internacional de la Filosofía, una celebración que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés) decidió crear  para destacar la importancia de esta disciplina, sobre todo para los jóvenes, y subrayar que “la filosofía es una disciplina que favorece el pensamiento crítico e independiente y con capacidad para mejorar la comprensión del mundo y promover la tolerancia y la paz”.

La UNESCO subraya que el Día Internacional de la Filosofía no es exclusivo de tal Organismo sino  que pertenece a toda persona que en cualquier punto del planeta se preocupe por la filosofía.  Para los que nos dedicamos a la filosofía es grato saber que este tipo de organismos se preocupen para que nuestra disciplina tenga una incidencia no sólo en el ámbito académico sino también en el social. El jueves quince  fue la décima vez que se celebró este día, con ello hablamos de que se ha pretendido que la filosofía llegué a los rincones donde no existe y que se fortalezca donde ya hay.



Historiando un poco al respecto del Día Internacional de la Filosofía, en la Pronunciación de París de 1995 se estableció tal día con un doble propósito: 1) Explicar, a un amplio público el significado que tienen las disciplinas filosóficas (en especial la ética, la estética, la lógica, la Filosofía política o la Filosofía de la cultura, etc.) para la comprensión de los grandes problemas de la humanidad y, 2) Destacar el hecho de que la Filosofía es portadora de valores como la racionalidad, la argumentación y el diálogo, tan necesarios en un mundo que padece inmensas desigualdades, extrema violencia y cambios profundos en todos los órdenes.

Por tanto, la UNESCO procura que la filosofía sea un derecho que los gobiernos de todas las naciones otorguen a sus ciudadanos, puesto que la filosofía es una práctica que se da a partir de la libertad, otro derecho que debe garantizarse para la perpetuación de la paz y la tolerancia. Por ello la UNESCO pretende que se lleven a cabo prácticas filosóficas como el café filosófico, los talleres, las charlas, conferencias, etc., a fin de que la filosofía sea una actividad que esté disponible para toda persona que quiera poner en práctica la reflexión, el análisis, la escucha, la crítica y la creatividad, entre otras cosas.

Sumado a lo anterior, cabe señalar el hecho de que el año pasado la UNESCO ha publicado un libro que se titula La filosofía: una escuela de la libertad. Enseñanza de la filosofía y aprendizaje del filosofar: la situación actual y las perspectivas para el futuro donde más allá de un diagnóstico de la enseñanza de la filosofía, propone estrategias que procuren hacer de la filosofía una práctica que no sólo se suscriba al ámbito académico sino que trascienda los muros de las escuelas y que se pueda penetrar en otro tipo de instituciones como las empresas, las instituciones, los gobiernos, y otros a fin de garantizar una reflexión sobre lo nuestro presente que nos llevé inmediatamente a formularnos lo que queremos para las generaciones venideras.




Esto es de suma importancia para nosotros como ciudadanos que vivimos en un sistema político llamado democracia, dónde somos los ciudadanos los actores principales de nuestro andar como comunidad, estado y país, puesto que este sistema democrático representa los intereses de la mayoría, pero para que esto no quede sólo en el ámbito teórico tenemos que empezar a organizarnos como sociedad para dialogar con las autoridades correspondientes para encontrar soluciones a los problemas que nos aquejan. Por ello es necesario que la filosofía sea garantizada, por lo menos, en la escuela para que de ahí parte para preparar a los jóvenes, que son la promesa del cambio hacia nuevos estadios del desarrollo humano donde se encuentre garantizada la seguridad, la justicia y la paz.

Que la filosofía pueda, por los distintos medios que existen, llegar a la sociedad revitalizaría nuestras prácticas democráticas, ya que, éstas contribuirían a orientar nuestros intereses como ciudadanos y, luego, como sector, comunidad para un mayor aprovechamiento de los recursos con los que se cuentan a fin de beneficiar a toda una comunidad y no sólo al poder de unos cuantos.

Por tanto, no debemos dejar que nuestra democracia se convierta en una partidocracia, es decir que sólo atienda a intereses que los partidos políticos creen los mejores o los convenientes, puesto que en la democracia no importa los intereses de unos cuantos sino los de la mayoría.

Terminando, celebro que la filosofía sea reconocida por uno de los organismos con gran relevancia a nivel mundial  y celebro a su vez que me sea permitido poder difundir que la filosofía colabora con el bienestar ciudadano.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Reflexiones sobre el día 2 de Noviembre



Esta tradición mesoamericana ha perdurado a pesar de la conquista espiritual hecha por los españoles en el siglo XV; fundiéndose en una celebración que se ha arraigado en los rituales que año tras año millones de mexicanos realizan  dando pie a lo que conocemos como Día de muertos o de Todos los Santos. En estos días se deja ver claramente  una forma de representar tanto la muerte como la vida; y la riqueza de esta tradición se puede notar en los diferentes lugares que se celebran y la forma en cómo lo hacen. En el presente artículo me daré la tarea de hacer una humilde interpretación extrayendo algunos elementos para poder filosofar sobre estos acontecimientos que se dan en la mayor parte del territorio mexicano.

Antes de la llegada del día de muertos se puede percibir en la sociedad una preparación para tal fecha, ya que, se puede observar a muchas personas acudiendo a los panteones a restaurar las tumbas de sus seres queridos así como las compras para realizar el altar (símbolo emblemático de lo que se ofrece a los difuntos); además en las panaderías como dulcerías se puede notar una forma peculiar del mexicano (la comida) de acompañar estos días, e,l pan de muerto y las calaveritas de azúcar con tu nombre es ineludible no comerse más de uno.. El altar que se prepara tiene un significado particular que vale la pena asomarse a él, puesto que, lo que se sirve en tal lecho no es sino lo que al difunto le gustaba en vida, así para cuando su alma regrese pueda oler los aromas de todo lo que consumía; desde el mezcal, caña, refresco, cigarro, tamales, pan, fruta, hasta la golosina.




En algunos lugares el día de muertos se va al panteón a velar toda la noche acompañados de guitarra, mezcal, flores, veladoras, cuetes y familiares que acuden a pernoctar. Se canta, se toma, se narran anécdotas y hasta se cuentan chistes en el panteón. Sobre este tipo de festejos más de uno se queda perplejo ante esto, porque el panteón regularmente se concibe como un lugar tenebroso y, por tanto, peligroso; sin embargo sucede todo lo contrario es el lugar con más tranquilidad excepto por los que hacen la fiesta ese día.

Me gustaría reflexionar sobre el ritual anterior y los significados que encuentro en ellos a fin de cumplir con lo señalado anteriormente.




La muerte para el mexicano no es una muerte de la cual hay que temer, ni siquiera es el final de la vida. Ya que, se sigue conviviendo con las personas conocidas a pesar de que son difuntos por ello en el altar se le ofrece todo lo que le gusta, así la celebración es un día especial donde se retorna con los seres queridos, por ello en la velada que se hace en el cementerio se canta, se cuentan anécdotas para revivir experiencias, porque recordar es volver a vivir. Así el mexicano ve a la muerte como un hecho más que ocurre y  no aquel que marca el fin de la vida sino otro modo de estar. .En ese sentido la memoria se convierte en el lugar de convivencia que año tras año hacemos valer como seres finitos.




martes, 6 de noviembre de 2012

La filosofía es filosofar


La posibilidad de la enseñanza
De la filosofía, radica
En la necesidad misma
De la filosofía.
Adolfo Sánchez Vazquez


La filosofía más que una ciencia es una actitud y/o disposición hacia el saber o a la verdad,  que arrastra con ella la reflexión y la crítica sobre lo que se aparece en el mundo, y dentro de esa perspectiva, la filosofía, es un impulso y un esfuerzo por  conocer la realidad; misma que se presenta problemática y que el filósofo intenta investigar para obtener conocimiento de todo cuanto hay a su alrededor. Pero ¿Cómo se da el conocimiento del mundo?

Conocemos el mundo a partir de las preguntas que realizamos, puesto que, éstas abren o despiertan un estado de cosas que ahí se encuentran. La filosofía es una voz que pregunta por todo cuanto existe. Por ejemplo; vemos movimientos que nos acontecen como la noche y el día. En nuestra época podemos contestar – a través de una explicación científica-, que esos acontecimientos se dan por el movimiento de rotación que efectúa la tierra. Sin embargo, antes de que la ciencia calculara y descifrará estos sucesos naturales existían otro tipo de explicaciones que trataban de consolar este enigma. Algunos se remitían a la presencia de los Dioses, otros a batallas entre la luz y a oscuridad donde cada una representaba una fuerza sobrenatural.

Lo anterior, no es otra cosa que dar cuenta de lo que era la realidad para ellos y para nosotros. Seguramente más de uno podría decir que ellos estaban equivocados y que ahora nosotros somos quienes poseemos la verdad. Y aquí estriba un valor importante de la investigación que hacemos para dar cuenta de la realidad, y es el hecho de tener prejuicios (coloquialmente podemos decir: los lentes que utilizamos para ver la realidad) mediante los cuales interpretamos lo que existe. De tal forma que nuestra respuesta de qué es la realidad  corresponde a la época y los valores que hay en ella. Por tanto, no podemos afirmar que ellos habían errado sino que su respuesta estaba condicionada a los prejuicios y valores que se hallaban en su época.







Dado lo anterior, podemos decir que, cuando el filósofo investiga la realidad pone en juego el repertorio de creencias (prejuicios), que tal época tiene vigente.  Aquí algún curioso puede preguntar con justa razón: ¿cómo se forman los prejuicios? A través del sentido histórico. El paso del tiempo no sólo es cronológico sino que tiene que ver con la forma en cómo vamos adquiriendo un conocimiento al transcurrir del tiempo, es decir, la experiencia que vamos acumulando a través del análisis y reflexión de los hechos históricos relevantes. Además de las ideas que se van formando en el propio presente. Entonces para la formación de las ideas, influyen muchos factores como la economía, la política, los medios de comunicación entre otros.


Tenemos, pues, que el filósofo recoge un entramado de conceptos que tanto la disciplina como el mismo presente le otorga para pensar la realidad. Por tanto, no se puede aseverar que la filosofía sea una ocurrencia  sobre cualquier tema, sino que el filosofar involucra la reflexión y la crítica para mostrarse como un pensamiento que pone sobre el tablero los prejuicios para interpretar y aportar ideas para pensar nuestra realidad. 


Hasta aquí  se ha mostrado  lo que la filosofía es y lo que el ejercicio de la misma pone en juego, pero no hemos dicho lo que lleva al ser humano a filosofar. El hombre ha sentido el menester de hacer filosofía porque mediante la misma ha podido saber a qué atenerse. Es decir, cuando el hombre pone en práctica el pensamiento para saber qué es la realidad lo hace para poder tener una noción de cómo desenvolverse en el mundo. Dicho de otro modo, lo hace para saber qué hacer en el mundo, para otorgarle sentido a él y a lo que le rodea para poder ser.




Por ello tal y como versa el título del presente artículo, la filosofía es filosofar, porque la filosofía no sólo es un estudio sino un modo de conducirse en el mundo, de saber a qué atenerse, de buscarle un sentido a lo que le rodea y a lo que históricamente viene aconteciendo. Cabe recordar que cuando los griegos –lugar de origen de la filosofía-  utilizaban el término filosofía no se referían a la ciencia o disciplina sino a un tipo de hombre que se comportaba de cierta forma. Reflejando una conducta que se encontraba inclinada al saber.

Y de ahí qué su objeto de estudio, por decirlo de algún modo, sea la realidad en tanto que esta es lo primero que se nos presenta cómo problema. Pues es el espacio donde nosotros nos desenvolvemos y tenemos que procurar nuestra vida. Por tanto la vida es quehacer que involucra un tener que habérmelas con el mundo para poder vivir, puesto que la vida no es algo que nos sea dado hecha; se nos da el existir y a partir de ahí cada quien procura un cómo de nuestra vida. Es decir, hacemos de nuestra vida una obra de arte que culmina su último lienzo con la muerte porque la muerta es la imposibilidad del existir y por tanto de un hacer algo.

martes, 23 de octubre de 2012

Septiembre, Mes de la patria



Como todos sabemos, a Septiembre se le conoce como el mes de la patria. Esto porque en la historia de nuestro México  sucedieron eventos relevantes que fueron motivo para nombrarlo como tal.  Los hechos a los que hago referencia son el nacimiento de José María Morelos (27/09/1765), el inicio de nuestra independencia (16/09/1810), la entrada triunfal a México del ejército Trigarante liderado por Iturbide, marcando el fin de la independencia (27/09/1821) y la defensa del catillo de Chapultepec (13/09/1847). Pues bien son estos sucesos los que hacen especial este mes en nuestro México, en las siguientes líneas me ocuparé de reflexionar acerca del significado que hoy día podemos percibir, en particular, del grito de independencia. Esto con el fin de sumar a estos días una mirada filosófica que pueda ayudar a interpretar y dotar de significado nuestro presente patrio.









Celebrar nuestra independencia debe, por lo menos, alentar la reflexión sobre nuestro pasado, presente y futuro que hoy vivimos y esperamos de nuestro México.  Cuando menciono pasado no me refiero al simple hecho de rememorar el grito, como si se tratará de mencionar efemérides, sino averiguar  que sentido histórico poseemos los mexicanos; revisar si existe algún discurso oficial dado por el Presidente, gobernadores, autoridades municipales, etc., en torno a la celebración de este día, para que de ahí la gente pueda entender cómo los actores políticos están viendo el desarrollo de nuestro país. Lo anterior, sin duda alguna, podría coadyuvar a tener una mayor significación de este mes, en tanto, que se trata de reflexionar en qué medida se ha procurado llevar una independencia que rinda cuentas sobre los propósitos por los que se levanto la voz de la independencia.

Reflexionar sobre el presente, nos lleva a asomarnos introspectivamente a nuestro México de todos los días, ver que México tenemos y contestarnos sí este es el México que se proyectaba en la lucha por la independencia, ese México que procuraba identificarse en los Sentimientos de la Nación de Morelos, y sobre todo, contestarnos sí este es el México que queremos para hoy y para el mañana. La pregunta que indaga sobre el presente debe estar teñida de una crítica constructiva, es decir, que diga tenemos esto pero podemos hacer esto. Y esa pregunta no sólo debemos hacerla a nuestro México plural de hoy, sino a cada uno de los mexicanos, mexicanas, instituciones, autoridades públicas, organismos, para que cada uno rinda cuenta de lo que hasta ahora se ha construido o se intenta proyectar de aquí para adelante.









Por último, sobre el futuro porque en gran medida las riendas de nuestro andar colectivo depende en su gran mayoría de nosotros mismos, por tanto lo que nosotros queramos corregir sobre la situación presente y futura que nos espera debe estar sometida a conciencia de que nosotros somos responsables de nuestro destino. Las circunstancias en las que se encuentra nuestro México querido –quizá- no sean las óptimas pero se trata de salvarlas como diría Ortega y Gasset para salvarnos a nosotros mismos. Por ello insisto, que la administración de nuestro país no debe estar a cargo de la clase política sino que debe intervenir la sociedad civil, las instituciones ya establecidas como la educación, para dejar ver cuál es el propósito que persigue cada sector de nuestra sociedad. Ello nos llevará directamente a la democratización de nuestra sociedad, porque hasta ahora se ha confiado en qué este es el mejor sistema que evita la tiranía, la dictadura y toda forma de represión de la participación ciudadana, por ello debemos hacer valer lo que el mismo sistema nos ofrece para poder insertarnos en su dinámica.

Por ello, en el mes de la patria no sólo se debe festejar con grupos populares en las plazas principales de nuestro país, sino que debe de asomarse el sentido histórico, creativo, cultural que nuestra sociedad necesita para revitalizar el bien común que lleve de nueva cuenta a ser partícipes de causas justas, y por tanto, necesarias para nuestra sociedad. Y en ese sentido creo que es responsabilidad del gobierno, de por lo menos, ofrecer las herramientas necesarias para que desde sus distintas instituciones (cultura, arte, turismo, deportivo, educación) pueda reflejarse cómo se representa cada uno de ellos el mes de la patria. Logrando así que distintas facciones de nuestra sociedad trate de integrar a la sociedad con el fin no sólo conmemorativo sino de espíritu nacional.

En ello radicaría tener un mes patrio, como celebración de nuestro México que procura revitalizar un sentimiento histórico, que sin duda, ayudará a cohesionar nuestra sociedad. Y para empezar la iniciativa quisiera dejar una pregunta abierta al amable lector que dedica su tiempo a estas líneas: ¿Cómo vive, percibe, siente, celebra, usted, el mes patrio?

jueves, 13 de septiembre de 2012

Yo sólo sé, que no sé nada


Esta frase ha pasado a lo largo de la historia de la humanidad por boca de Sócrates y ha inmortalizado el pensamiento filosófico. En el presente artículo me ocuparé de explicar lo que dicha frase me dice en torno al saber para que el amable lector que dedica su tiempo a leer este presente sea partícipe de lo que el pensamiento griego nos ha heredado. Sin otra cosa que mencionar, doy comienzo al mismo.

Esta frase como muchos piensan no es propia de Sócrates sino que eran sentencias que los sabios habían tallado en el templo de Delfos, lugar al que acudían para rendir culto al dios Apolo y dónde consultaban a la pitonisa que en aquel tiempo era la intermediaría entre los dioses y los hombres. Las sentencias talladas en aquel templo tenían una pretensión pedagógica, es decir, los sabios una vez partícipes de la sabiduría de los dioses buscaban que mediante el tallado de estas frases las personas que acudieran al templo fueran cómplices de tal sabiduría. La frase que da nombre a este artículo no sólo era la única, se podían leer otras como: «Una vida sin examen no es digna de ser vivida» o «Sólo es desgraciado quien no puede soportar la desgracia» entre otras.

Un amigo de Sócrates  había acudido al templo a consultar a la pitonisa para saber quién era el hombre más sabio de aquella época a la que contestó: Sócrates. Cuando éste se entero de esto y sabedor de su ignorancia se dedico a buscar un hombre más sabio que él, para demostrar que los dioses también pueden errar. Así que acudió con las personas que se tenían por sabios, entonces, consultó a poetas, políticos, senadores, sofistas preguntándoles  cosas que el ignoraba como ¿Qué es el bien? ¿Qué es la virtud? ¿Qué es la belleza? pero al cuestionarles se daba cuenta de que ellos tampoco sabían ni siquiera lo que decían al respecto de lo que pronunciaban, es decir, Sócrates con sus preguntas los hacía ver ignorantes cosa contraria a lo que el pueblo de Atenas los consideraba. Y ya enojados le preguntaban esas mismas cuestiones a lo que Sócrates siempre decía: “Yo sólo sé, que no sé nada”.

Pero, ¿qué rayos quiere decir esa frase? Quiere decir que si de algo sabemos es que nada sabemos con respecto de muchas cosas. En general es aceptar con humildad que somos ignorantes, pero aceptarnos ignorantes no es ser conformes con esa ignorancia, sino que tiene un fondo positivo, puesto que, aceptar que soy ignorante me motiva a preguntar por las cosas, por tanto, la ignorancia no es un estado límite de nosotros sino el trampolín que nos catapultará al camino del saber.  En ese sentido la ignorancia es ausencia de conocimiento, por tanto, lo que yo tengo que hacer es buscar las preguntas indicadas para acceder al conocimiento. ¿Hay preguntas indicadas? No lo sabremos, hasta que no nos pongamos en marcha en el preguntar.

En gran medida la filosofía debe su fama a Sócrates, porque este personaje no buscaba la fama ni tampoco el cargo público que diera reconocimiento sino que buscaba conocer. Pero, ¿para qué nos sirve el conocimiento? Quererle buscar una utilidad a todo lo que hacemos es de alguna manera gastarla en su uso, sin embargo tenemos cosas valiosas que quizá jamás  se puedan valuar porque no hay precio para tal cosa, no obstante queda la tranquilidad y la felicidad de poseer ciertas cosas. Y en ello radica la sabiduría en algo valioso que se posee sin necesariamente representar un valor monetario.

Sócrates, como dije anteriormente no buscaba la fama o el éxito sino, tal vez, encontrarle el sentido a lo que le rodeaba como ser finito, y darle sentido a lo que le rodeaba era preguntar por el bien, por la virtud, por la justicia, etc. O tal vez en encontrar una respuesta a porque decían que él era el más sabio. Y quizá el se dio cuenta que él era el más sabio porque el reconocía que los hombres poseen una pequeña sabiduría por ser simples mortales y que eso significa nada para un dios que lo sabe todo.

De ahí que el saber no sea algo que se hereda o que se encuentre sólo en los libros sino que el saber se encuentra también en el diálogo con las demás personas, y por supuesto, en el preguntar. Porque históricamente nos hemos percatado que el saber no pertenece a una élite o a un sector de la población sino que el saber se encuentra en esas pequeñas instancias donde nosotros nos lanzamos a la faena del preguntar, porque en el preguntar se abre el estado de cosas donde nos encontramos para saber qué son.