lunes, 18 de enero de 2010

Primeros contactos

¿Quién olvida su primer beso? El que lo haya hecho quizá no tiene ningún amor por su memoria o quizá fue algo que simplemente no le haya gustado. Sin embargo hace poco viajando en una camionetita rumbo a Mazunte vi a una chica que se parecía a la niña con la que me había dado mi primer beso.
Íbamos en tercero de primaria cuando sucedió, ella era morena, ojos medios claritos, cabello negro y lacio, era de mi estatura, su nombre era Anubia. No recuerdo su apellido como para buscarla o algo así. Antes del beso me confeso que tampoco ella había besado a alguien.
Todo comenzó un medio día después de salir de la escuela, ella vivía cuadras arriba de mi casa y era raro por que ella me iba dejar a la casa, jeje, bueno le quedaba de paso no se puede quejar. La invite a pasar y a beber un poco de agua pues el calor de La Paz es muy sofocante en esas fechas de agosto. Fue en la recamara de mi hermana porque la gata de la casa había parido 6 gatitos y le había contado eso en el recreo y me dijo que quería verlos, pues le comente que estaban bonitos, y pues ahí estábamos.
Cuando ella se inclino para acariciar a los gatitos agarro mi mano como un sostén, nadie hasta ese momento había hecho un gesto parecido, recuerdo que sentí que ella me quería, momentos después me agache para ver los gatitos junto a ella y me dijo que estaban bien bonitos y tiernos y yo sintiéndome muy dueño de la situación le dije que ella estaba más bonita y que por eso la había hecho mi novia.
Ella -creo yo- no se resistió y se levanto y me dijo que yo también le gustaba. Cuando nos mirábamos me dijo que quería darme un beso y yo le dije que no sabia como besar entonces fue cuando mis noches familiares con mi mamá tuvieron resultado; pues con mi mamá veíamos la novela “corazón salvaje” donde salía Ana Colchero con unos labios carnosísimos que se me antojaban. Bueno ella no era mi Colchero, porque no tenía los labios gruesos, pero ya era algo tener a quien besar, no? Tampoco, la verdad que cuando la recuerdo me gusta hacerlo, éramos niños pero creo que si me gustaba mucho y me hizo olvidar a Katty por el tiempo que estuve con ella (les recuerdo que Katty se convertí en mi pesadilla por momentos).
El caso es que yo le pregunte si veía las novelas y ella contesto afirmativamente, entonces fue cuando le dije que podíamos hacerlo como corazón salvaje y ya inspirados los dos hicimos contacto. Duro tal vez 20 segundos, de ahí le siguieron más chiquititos como de pecesitos. Ya luego tuvimos que salir porque mamá llamó a comer. Ella no quiso quedarse y fue la primera vez que acompañe a alguien a su casa.
Fue mi primer beso. El único primer beso. Después tuve otras chicas con quien besarme pero no fue mi primer beso, ni siquiera la primera sensación de besar en esos labios. Ese primer beso se recuerda por su propia singularidad. Pues cada día es tan extraño a otro y los momentos son igualmente inconexos.
Si hay alguien que piensa que no se puede hablar de una primera vez, esta equivocada, ya que no sabe querer el instante mismo que habita. Esa persona abandona toda temporalidad para solo habitar un espacio. Los momentos con cada persona son distintos pues cada relación esta alejada de la que le precede y quizá de la que venga.
Pensar que no se puede hablar de una primera vez, porque se piensa que de algún modo volvemos a hacer lo mismo y ese rehacer constituye un nuevo principio es caer en una especie de circularidad que conduce al abandono de la trascendentalidad de nuestra linealidad temporal. Somos una cadena de acontecimientos que nos marcan de principio a fin. Sí nos repitiéramos siempre, ¿no sabríamos ya la respuesta última de la vida?

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