lunes, 5 de octubre de 2009

De algo llamado Logos

En los primeros tiempos o hasta donde la memoria ha llegado se cuenta que el hombre se encontraba en convivencia con los Dioses. Independientemente de que estos habitaban en el Olimpo ellos bajaban con los mortales a celebrar las fiestas, a luchar, a cantar, a danzar entre otras cosas. Es así, en estos delirios, como la Naturaleza de lo divino se mostraba en el quehacer humano, que no es otro que el de vivir.

La presencia en un mundo dado donde habitaban como vertebras existenciales: Eros, Dike, Anake, Moira, Tanatos, Froyne parecía trágico o a algunos les parecía eso. Vivir en el juego de los Dioses no es nada fructífero como para deleitarse de gozo. Pues el designio de los dioses era lo que te esperaba.

Cierto tipo de sujeto llamado Hesiodo sintió, agonizó y hasta enfermó porque pensaba que quizá las cosas podrían ser de tal modo y que no necesariamente tal y como se le estaba mostrando. Argumento con las manos, haciendo quizá un tipo de Hermenéutica[sí tomamos el sentido etimológico de Hermenéutica este sería llevar el mensaje pero hago una especia de analogía tratando de decir que el trabajo es una especie de interpretar como habría de ser preservada la existencia] diciendo que el no habría encontrado otra forma de vivir que no sea el de labrar la tierra.

El trabajo reivindica la condición trágica de la finitud de zozobra

Alegó por la justicia y trato de poner en jaque las condiciones socio-políticas en cómo el poder no vela por los intereses colectivos sino sólo por los particulares. La tiranía no es, pues, un alivio para aquellos que desean la paz en un hogar. Es, entonces, el interés particular de joder al prójimo, aunque este próximo a ti sea tu hermano.

El tiempo pasó como pasa en las películas y en la vida, y algunos concientes de este acontecimiento, pensaron que las manos no bastaban para legitimar la condición propia del hombre, que las manos no eran suficientes para arquetipizar el mundo.

La sorpresa de este hecho y la sorpresa de habitar un devenir incesante en el cual nadamos... causó asombro.

¿qué es lo que hace que devengamos?¿que nos permite estar parados?¿por que las cosas son de este modo? preguntas clave para el nuevo hombre griego que despeja las nubes del Olimpo y se da cuenta que no hay tal monte. La soledad a la que se enfrenta es tan basta, pero ojo el griego no puede pensar en vacío, pero el sentimiento de arrojado al mundo del devenir le hace rascar lo que hoy conocemos como soledad. En el goce de este sentimiento se da cuenta que lo único que tiene es Logos y esta es su única hacha con la que cortara la realidad, es decir, su physis.

Los primeros pasos que da el hombre en la physis es mediante el Logos, pues el Logos le permite nombrar lo que viene encima. La articulación de su lenguaje y de su vida empieza a formar cierto orden del mundo. Ahora la tarea que ve necesaria emprender es la de encontrar un principio que ordene abstractamente el devenir.

Hay guerra, hay paz, hay muerte, hay felicidad, hay zozobra, sí pero eso ocurre, es hasta cierto punto parte de esa esfera que envuelve la realidad. No hay cosas buenas o malas, sólo hay cosas.
Pero ¿qué se busca cuando de trata de llegar al origen?qué se gana cuando se sabe?¿cómo saber que hemos llegado al orígen cuando de facto lo ignoramos?¿cómo, pues, reconocerlo?

La directriz del pensamiento es de dominio. El dominio del conocimiento de la totalidad le provee tranquilidad como la del noble que no se preocupa por nada, puesto que ya lo tiene todo. El sabio lo sabe todo y comprende lo necesario del mundo y de lo innecesario que es revelarnos ante los mecanismos necesarios del devenir.

Pero el filosofo no es ese que posee sabiduría sino aquel terco que sabe que es imposible llegar a la meta. Como tan imposible es que la tortuga o Aquiles se muevan.

El Logos entonces surge como aquel que puede acceder al arje por medio del Nous y quizá en esa dialéctica filosófica conozca la causa de las cosas.

El arje constituye el principio explicativo que muestra como las cosas van acompañadas de este principio vital que mueve y detiene las cosas. El arje es lo que le da organización al mundo y ese arje tiene su propio Logos.

Logos que es compatible con el del hombre noble griego. oh! curioso del que devela el arje, pues conoce las leyes intrínsecas que rigen la posibilidad de que haya physis.

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