domingo, 20 de septiembre de 2015

Indagaciones

Exiguum nobis vitae curriculum natura circumscripsit

La vida no es un estar ahí ya, un yacer, sino un recorrer cierto camino; por tanto, algo hay que hacer, es la línea total del hacer de un ser humano. La vida se nos estrega desde el mimo momento de gestación y lo que empezamos a hacer es por nosotros mismos. El respirar, que lata nuestro corazón y demás cosas son connaturales a eso que llamamos el hecho de tener vida, no obstante nuestra vida fuera de esa encomienda biológica que nos mantiene en esta vida nos encontramos que somos personas, habitamos en un mundo, nos identificamos con una bandera y pertenecemos a una comunidad que se desarrolla a la par de muchas otras.
Nuestra vida, acontece con otros aconteceres y la hacemos nuestra cada vez que decidimos hacer algo para llenarla de significado. La cita arriba mencionada pertenece a un sabio llamado Cicerón, y en ella se deja ver claramente que nuestra existencia reside en el camino que decidimos y estamos decidiendo transitar para hacer de ella lo que más nos plazca. Es sobre ese sendero donde encontramos algo valioso en los seres humanos y que, muy pocos, logran percibirla en su totalidad que es la libertad. ¿Por qué digo lo anterior? Porque ciertamente nacemos en un nicho familiar que nos hereda una configuración del mundo y que nosotros adoptamos en los primeros años de nuestra vida sin ninguna puja. Es en la adolescencia, singularmente cuando elegimos que carrera, profesión u oficio damos un salto de fe hacia nosotros mismos y muchas veces va contra-corriente de lo que nos han inculcado.
La elección anterior marca el nudo de nuestra existencia… ¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿Por qué lo hacemos? ¿Qué nos ha llevado hacia ese lugar que estamos idealizando? Son preguntas que vitalmente mueven mucho más que emociones y sentimientos en nuestra vida, mueven nuestro horizonte de realización personal. Para estar seguros (¿quién lo está?) de que ese camino es el indicado por nuestra vocación es preciso entrar en un nivel de conciencia que nos permita calmar las aguas de la existencia misma. Lo que vayamos a hacer responderá, sin duda alguna, a lo que estaremos comprometidos a realizar el resto de nuestra existencia.
En el punto anterior cabe preguntarse por el lugar que ocupa el error en nuestras decisiones personales (y colectivas también). El error así como el acierto, están incluidos inexorablemente en nuestro ensayo vital. De modo muy simple, podemos decir que nuestra conciencia histórica nos permite tener un halo de orientación que nos invite a no cometer los mismos errores del pasado y que en esos errores encontramos una sabiduría paralela a la del acierto. No tendríamos que caer en la trampa efímera de la felicidad que rehúye del error por considerarlo un fracaso, al contrario haber errado nos deja ver un aspecto que no habíamos considerado en nuestro ensayo de la vida.
Lo cierto es que nuestra vida no se encuentra finalizada y tampoco la concluimos una vez que decidamos que carrera elegir. El ser precede a la esencia mentaban los existencialistas. ¿qué nos quiere decir la frase? Que no estamos hechos de una vez por todas sino hasta el momento en que dejamos de existir, es decir, hasta la muerte. Cuando dejemos de ser, de estar realizándonos en este mundo en cuando podemos englobar nuestra esencia. Mientras tanto, nuestra vida tiene un punto de balance: nuestras decisiones que ejecutemos en nuestra vida.

El título de este ensayo reza: conócete a ti mismo. Esta frase se encontraba en un templo dedicado al dios Delfos de la mitología griega, ahí los sabios de aquel tiempo habían tallado inscripciones que ayudarán a los hombres a orientarse en la vida. La frase puede tener muchos significados pero hay uno que sobre sale y es el hecho de que tenemos que indagar sobre nosotros mismos, no sólo saber cómo me llamo, qué me gusta sino que puedo hacer con mi vida, que sentido le puedo dar y, por supuesto, como trasciendo mi mismidad para entregarla a los otros para generar espacios de convivencia, reflexión, diálogo pero sobre todo humanidad.

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