sábado, 2 de junio de 2012



  • Cuando era pequeño mi Papá me narraba cosas que el gobierno hacía descuidando el bienestar de los ciudadanos en pro de sus intereses, esto mi padre me lo decía para animarme a estudiar y con el fin de que mis estudios los tomará con responsabilidad e hiciera con ellos algo digno de orgullo. Recuerdo las palabras de mi Papá: estudia, prepárate porque los jóvenes son el futuro de México. ¿por qué tr...aigo a colación estos recuerdos? Porque las manifestaciones ocurridas días pasados, todas a partir de la que inicio en la Ibero con la clara indignación, hartazgo, y esperanza de cambio tuvo su punto de ebullición en el movimiento yo soy 132. Ahora que los días han pasado y este movimiento ha adquirido seriedad -digo seriedad porque lo que empezó como sólo una emanación de desencantos, reclamos y clamores de justicia ha despertado en miles de personas, y me incluyo, la iniciativa de ser participes de generar un cambio que le de otra cara al país- sumando propuestas que cambien la forma en cómo se lleva a cabo los procesos electorales, han exigido entre otras cosas un tercer debate, apertura y transparencia en el duopolio televisivo que tenemos.
    Entonces, ¿cómo ayudo a esta iniciativa, movimiento? Ayudo desde el lugar en dónde me encuentro en este momento: la docencia. Trato de hacer partícipes a mis compañeros de clase no de un proselitismo sino de un despertar de conciencia que juzgue pero que al mismo sea auto-critico para buscar mecanismos y formas que realmente generen un cambio. Sí los jóvenes somos la esperanza de nuestro México, dejen que nos manifestemos y que respeten nuestra libertad de hacerlo por quién queremos. Y la juventud no tiene que ver con los años, sino con una edad del espíritu que mantenga viva la esperanza de un mejor presente. Por ello me pronuncio a favor del 132 porque sí realmente queremos un cambio, este empieza desde que decidimos que ya no queremos tener, que ya no queremos que pase o se deje pasar, y cuando empezamos a generar propuestas. El movimiento del cambio empieza cuando la indignación se hace bandera de nuestra lucha, pero una indignación que no queda en el conformismo sino la indignación que significa que hay que luchar por obtener cambios que mejoren las condiciones de nuestra localidad, región y país, porque se busca el bien común de todos y no de unos cuantos.

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