martes, 22 de septiembre de 2009

Desde Guanajuato

Desde una ciudad que ha quedado suspendida a principios del siglo XIX. Me han llegado sensaciones que parecen ser inspiraciones para escribir algo. Aún no he encontrado un sitio que despierte, como suelen decir, el espíritu histórico, es decir aquel que te trasporta al pasado.

Guanajuato no por su gente sino por su arquitectura a quedado en ese momento en que ha sido construida, lo fabuloso de este sitio es que no ha tenido que adaptarse a los estragos del progreso, es una ciudad que ha rechazado "modernizarse" en algún sentido. lo curioso y lo novedoso para mi es que me doy cuenta que es la gente la que ha tenido que adaptarse a eso, a su tiempo.

Cuando vas paseando por las calles principales, sientes la piedras como poco a poco van doliendo en los talones, entrar en un callejón resulta un tanto claostrofóbico y el miedo aparente de entrar en un túnel. La poca luz que llega dentro de un túnel me recordó porque no me gustan las películas de miedo.

Fueron sólo una horas las que pude pasear, tiempo suficiente para convencerme de regresar en algún otro momento. No quisiera planear que lugares recorreré la próxima vez que me encuentre en Guanajuato, sólo quisiera por un momento regresar a estar, sólo a eso.

Antes que termine quisiera decir que Guanajuato no es lo mismo sino se camina con alguien, pues el callejón del beso es para dos tortolitos.

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