martes, 23 de octubre de 2012

Septiembre, Mes de la patria



Como todos sabemos, a Septiembre se le conoce como el mes de la patria. Esto porque en la historia de nuestro México  sucedieron eventos relevantes que fueron motivo para nombrarlo como tal.  Los hechos a los que hago referencia son el nacimiento de José María Morelos (27/09/1765), el inicio de nuestra independencia (16/09/1810), la entrada triunfal a México del ejército Trigarante liderado por Iturbide, marcando el fin de la independencia (27/09/1821) y la defensa del catillo de Chapultepec (13/09/1847). Pues bien son estos sucesos los que hacen especial este mes en nuestro México, en las siguientes líneas me ocuparé de reflexionar acerca del significado que hoy día podemos percibir, en particular, del grito de independencia. Esto con el fin de sumar a estos días una mirada filosófica que pueda ayudar a interpretar y dotar de significado nuestro presente patrio.









Celebrar nuestra independencia debe, por lo menos, alentar la reflexión sobre nuestro pasado, presente y futuro que hoy vivimos y esperamos de nuestro México.  Cuando menciono pasado no me refiero al simple hecho de rememorar el grito, como si se tratará de mencionar efemérides, sino averiguar  que sentido histórico poseemos los mexicanos; revisar si existe algún discurso oficial dado por el Presidente, gobernadores, autoridades municipales, etc., en torno a la celebración de este día, para que de ahí la gente pueda entender cómo los actores políticos están viendo el desarrollo de nuestro país. Lo anterior, sin duda alguna, podría coadyuvar a tener una mayor significación de este mes, en tanto, que se trata de reflexionar en qué medida se ha procurado llevar una independencia que rinda cuentas sobre los propósitos por los que se levanto la voz de la independencia.

Reflexionar sobre el presente, nos lleva a asomarnos introspectivamente a nuestro México de todos los días, ver que México tenemos y contestarnos sí este es el México que se proyectaba en la lucha por la independencia, ese México que procuraba identificarse en los Sentimientos de la Nación de Morelos, y sobre todo, contestarnos sí este es el México que queremos para hoy y para el mañana. La pregunta que indaga sobre el presente debe estar teñida de una crítica constructiva, es decir, que diga tenemos esto pero podemos hacer esto. Y esa pregunta no sólo debemos hacerla a nuestro México plural de hoy, sino a cada uno de los mexicanos, mexicanas, instituciones, autoridades públicas, organismos, para que cada uno rinda cuenta de lo que hasta ahora se ha construido o se intenta proyectar de aquí para adelante.









Por último, sobre el futuro porque en gran medida las riendas de nuestro andar colectivo depende en su gran mayoría de nosotros mismos, por tanto lo que nosotros queramos corregir sobre la situación presente y futura que nos espera debe estar sometida a conciencia de que nosotros somos responsables de nuestro destino. Las circunstancias en las que se encuentra nuestro México querido –quizá- no sean las óptimas pero se trata de salvarlas como diría Ortega y Gasset para salvarnos a nosotros mismos. Por ello insisto, que la administración de nuestro país no debe estar a cargo de la clase política sino que debe intervenir la sociedad civil, las instituciones ya establecidas como la educación, para dejar ver cuál es el propósito que persigue cada sector de nuestra sociedad. Ello nos llevará directamente a la democratización de nuestra sociedad, porque hasta ahora se ha confiado en qué este es el mejor sistema que evita la tiranía, la dictadura y toda forma de represión de la participación ciudadana, por ello debemos hacer valer lo que el mismo sistema nos ofrece para poder insertarnos en su dinámica.

Por ello, en el mes de la patria no sólo se debe festejar con grupos populares en las plazas principales de nuestro país, sino que debe de asomarse el sentido histórico, creativo, cultural que nuestra sociedad necesita para revitalizar el bien común que lleve de nueva cuenta a ser partícipes de causas justas, y por tanto, necesarias para nuestra sociedad. Y en ese sentido creo que es responsabilidad del gobierno, de por lo menos, ofrecer las herramientas necesarias para que desde sus distintas instituciones (cultura, arte, turismo, deportivo, educación) pueda reflejarse cómo se representa cada uno de ellos el mes de la patria. Logrando así que distintas facciones de nuestra sociedad trate de integrar a la sociedad con el fin no sólo conmemorativo sino de espíritu nacional.

En ello radicaría tener un mes patrio, como celebración de nuestro México que procura revitalizar un sentimiento histórico, que sin duda, ayudará a cohesionar nuestra sociedad. Y para empezar la iniciativa quisiera dejar una pregunta abierta al amable lector que dedica su tiempo a estas líneas: ¿Cómo vive, percibe, siente, celebra, usted, el mes patrio?