jueves, 5 de julio de 2012


Sobre las redes sociales

Actualmente en México los medios de comunicación, especialmente twitter y facebook, tienen una importancia sobre saliente en el marco político-social a partir de las elecciones ocurridas el día 1 de julio pasado. Una vez más nuestra parca lectura política nos lleva a sólo tomar en cuenta la elección presidencial y a dejar a un lado las demás contiendas que pertenecen a senadores y diputados.  Digo parca en tanto que no acabamos de entender que hemos elegido una nueva lista de representantes locales y federales. La atención – no habría de esperarse- por el impacto mediático sobre la elección presidencial es la que se posiciona en los medios de comunicación como la más importante.

Lo que ronda en las radio-difusoras y noticieros televisivos  así como en la mayor parte de la prensa escrita no han dejado de subrayar la contienda electoral pasada como la más clara, eficaz y pacífica por encima de todas las que ha existido. Ahora a esperar los resultados ya “indicados” por el PREP y a continuar con lo planeado, ¡digo! con lo que tenga planeado el nuevo presidente electo por “la mayoría”.  Dejando a un lado los “incidentes menores” como menciono el presidente de la república inmediatamente después del anuncio del consejero presidente del IFE.  Me parece una aberración por parte de la prensa y los medios de comunicación así como de las autoridades en la materia el hecho de que hasta ahora no hay una muestra de haber atendido esos incidentes menores.

Si nuestra democracia (IFE) se levanta el cuello diciendo que son las mejores elecciones jamás vistas por la historia, entonces me parece de la manera más lógica atender esas incidencias para no manchar el frontispicio que tanto el PRI como nuestro presidente Calderón han llamado: un gran acto de civilidad por parte de la ciudadanía que ha respondido al derecho democrático que gozan.  Pero, ¿qué tiene que ver esto con referente a los medios como facebook y twitter? Pues, todo aquello que se ha dicho cadena nacional no ocurre en esos medios, que por el momento se mantienen fuera de toda regulación y vigilancia electoral, jurídica, etc.

En los espacios que ofrecen estas redes sociales se puede notar una percepción distinta a lo que fueran las contiendas electorales, incluso el movimiento estudiantil #yosoy132 luchando por una democracia transparente hizo valer un plan anti-corrupción haciendo una iniciativa de vigilar de manera independiente los comicios para poder estar seguros de que en las contiendas electorales no se presentaras irregularidades o vicios de antaño. Las fotos que circulaban en el desarrollo del proceso electoral eran muchísimas y para mal de nuestra democracia no mostraban tranquilidad, transparencia y honestidad sino todo lo contrario, mostraban compras de credenciales, boletas en manos de sujetos ajenos a una mesa electoral, quema de urnas, manipulación de conteos en el prep, etc.

Las redes sociales fueron las primeras y siguen siendo las únicas junto con blogs de mantener una línea distinta a la establecida por las televisoras y periódicos, un fenómeno que llama la atención y que es necesario resaltarla debido a dos cosas: la primera tiene que ver con la neutralidad con la que aún cuentan las redes sociales, es decir nadie es dueño de las redes y todos hacen uso de ella como un espacio que se encuentra disponible en la red. Esta neutralidad propicia que los cibernautas puedan hacer uso de las redes sin ninguna línea marcada en cuanto lo que publican, y se han convertido en una tierra fértil de movimientos que han tenido aceptación en la sociedad mexicana. Las redes sociales además de esto es un elección libre, no coaccionada y mucho menos impuesta, esto radica en el hecho de que se puede eliminar con un clic, sin miedo a represalias,  cualquier contenido que a primera vista resulta ocioso, agresivos, engañoso, tendencioso, etc.

La segunda tiene que ver con la importancia que ha tenido el uso de las redes sociales para utilizarlas no sólo como entretenimiento sino como otro medio alterno de información relevante que sucede en nuestro entorno. Estar en una red social-virtual significa poder jalar información que se encuentra disponible de manera inmediata y que circula por todo el mundo sin ningún costo –sólo el costo que implica acceder a internet- y en ese sentido la información se vuelve de procedencia tan plural que cada quien juzga los contenidos a partir de lo que se publica sobre un tema desde diversos horizontes de comprensión, manipulación, etc.  Mucho se habló del impacto que pudiera tener las redes sociales en las elecciones y no se equivocaron aquellos que dijeron que era de admirarse cómo a partir de las redes sociales, más que los spots, se formaron juicios sobre los 4 candidatos a la presidencia.

El espacio que ofrecen las redes sociales tiene un impacto más fuerte porque la personas se sienten parte de dicho proceso, en tanto que cualquier comentario, imagen, video, mofa, chiste, caricatura publicada no carecía de eco, sino que se sumaba a la opinión o rechazo de personas que están involucradas en el mismo tema, cosa que no sucede con la televisión de la cual sólo somos espectadores y de la radio en dónde nuestra función es sólo escuchar. La redes sociales involucran otras dinámicas que tanto la radio como la televisión están lejos de ofrecer a un público cada vez más exigente en querer ser parte de la mayor parte de lo que ocurre, basta ver una serie televisiva que genere adicción y en seguida brotarán foros virtuales de participación.

Añádase a lo anterior la frescura de la información publicada a cada minuto hora, no respetando horarios como los que impone la televisión o la radio y en ese sentido el usuario de las redes sociales cree estar sincronizado con el tiempo real del mundo. En fin, se pueden decir más cosas sobre el tema no pretendía agotarlo en este pequeño artículo, simplemente quería resaltar la importancia que tienen en este momento las redes sociales y que, por supuesto, están jugando un rol importe en las manifestaciones actuales que se dan actualmente y que pretenden ser un vehículo de la sensibilidad mexicana para iniciar procesos más complejos.

miércoles, 4 de julio de 2012



La democracia no se reduce a una
forma de gobierno, sino que es,
a fin de cuentas, un ideal basado
en virtudes morales.
Antonio Caso

La democracia como sistema político ha tenido muchas transformaciones a lo largo de la historia de Occidente, en la Grecia de Pericles por allá del siglo IV a.C., fue cuando por vez primera se puede rastrear el sentido de aquél sistema político. La instauración de la democracia no significaba que  sólo se cambiara de sistema político sino que esta formara parte de la vida colectiva, personal y que eso, inmediatamente,  se reflejara en el cuerpo de la polis, ciudad.  Es decir,  la democracia no sólo es parte del sistema político sino que tiene que ver intrínsecamente con la vida de cada uno y la de todos porque es evidente que el hombre no puede vivir sólo sino que su subsistencia depende del colectivo que lucha por el mismo fin: preservar la vida y encontrar mejores condiciones de esta para su desarrollo.

Lo anterior no podría  haber sucedido  si no tomamos en  cuenta la importancia que tenía la palabra en aquél tiempo. La palabra era un instrumento para hacer válida una posición política que abogará por intereses colectivos y personales.  El hecho de que la palabra tuviera un significado importante era porque las instituciones que regulaban el orden público permitía el desenvolvimiento de la palabra. De hecho,  de ahí un arte que surgió a partir de esas condiciones políticas: la Retórica. La retórica no la debemos concebir como peyorativamente se ha entendido, es decir cómo aquél arte usurpador de intereses y balbuceos impertinentes. La retórica se usaba para designar  a los políticos, a los hombres públicos que toman la palabra, hablan y discursean en la Asamblea Popular. Y es sobre lo anterior en lo que debemos poner el acento de la retórica, como más adelante veremos en cuanto su función en la sociedad. Cronológicamente  se les considera a Corax y Tisias los creadores del la retórica, pues su libro Arte y el primero en esa materia estaba compuesto de estrategias para lograr vencer mediante la persuasión.

En realidad no importa tanto el origen del arte retórica como su función en la sociedad griega. Su papel es claro en cuanto que la retórica es hija de la democracia y el derecho. La retórica es el arte que enseña al ciudadano a defenderse con el empleo de la palabra en el marco de las reglas del juego democrático, tales refieren al hecho de que todo ciudadano tiene permitido hablar en público y además puede hacerlo de la forma que le plazca sin ofender a la ley, misma que es convenida por el acuerdo de la comunidad.

Regresando a nuestro presente, la democracia es asunto de partidos políticos (que representan los intereses del pueblo) y organismos (IFE). Nuestra democracia, mexicana, ha ido ascendiendo,  manteniendo la esperanza de poder llegar a hacer eficaz, puesto que, siguen habiendo muchos lapsus que continúan  manchando las contiendas electorales como la compra de votos, la coacción del mismo, etc. Lo que las autoridades llaman “incidentes menores” es muestra de que no se ha podido liberar nuestra democracia de vicios que por mucho tiempo han alejado la participación “verdadera” de los mexicanos.  Nuestra democracia a diferencia de la griega está lejos de propiciar el espacio público en donde  la palabra como instrumento de validez política tenga una influencia sobre el mismo espacio público-político. Nuestra democracia en ese sentido se ha especializado y fragmentado tanto que ahora lo que menos se escucha en una Asamblea (legislativa, por ejemplo) es la voz del ciudadano.

Entonces, si nosotros queremos recuperar el espacio y la fuerza de la palabra tendríamos que educarnos en condiciones de ejercer la democracia.  Esto porque si nosotros a partir de los 18 años formamos parte de la ciudadanía que obtiene el derecho del voto, la participación ciudadana es indispensable no sólo hacer efectivo el derecho sino de estar armado de herramientas indispensables para ejercer la ciudadanía a través de la palabra y la escritura. Por ello es esencial que la educación de la ciudadanía  sea integral, en el sentido de recibir una formación científico-humanista que contemple materias como la filosofía, la lógica, matemáticas y la ética. Decimos estas disciplinas porque la lógica otorga herramientas para reconocer qué tipo de argumentos existen y cuál de ellos son validos o no, esto para discernir el mundo de información en el que nos encontramos y se encuentra tan a la mano. Las matemáticas porque el razonamiento matemático ayuda a ordenar y a dar coherencia a los argumentos que tengamos que elaborar. La ética debe contribuir a hacer concordar sobre las distintas posturas éticas que aparecen en el espacio democrático y plural que tenemos, esto no se debe entender como un relativismo ético sino como una búsqueda de establecer acuerdos para no caer en el relativismo y asumir una postura ética conveniente para respetar el espacio público.
Y sobre todo el estudio de la filosofía, porqué esta es un ejercicio reflexivo de crítica y autocrítica sobre las condiciones políticas, sociales, culturales y económicas que nos toca vivir. Este ejercicio qué hace la filosofía revitaliza la democracia en tanto que pone a prueba las condiciones mismas por las que se hace valida la democracia: la libertad, el respeto y la tolerancia. Y esa libertad, tolerancia y respeto deben ejercerse desde todos las esferas que conforman la sociedad. A partir de ahí podríamos re-habilitar la condición de la palabra y la escritura, puesto que la formación académica rendirá frutos en los futuros ciudadanos, por ello es indispensable que en nuestro presente trabajemos sobre las condiciones del hoy y del mañana.

Por ello el cultivo de la filosofía tendría que ejecutarse a partir de una condición social que necesita alimentarse de lo que piensan y sienten los ciudadanos que dan pie a la misma sociedad. De ahí que recurriéramos en la primera parta a la retórica porque entendida así la retórica es filosofía en tanto que discute sobre lo conveniente y es ahí donde se pone en juego la democracia. Por  ello insisto en que la democracia no debe entenderse sólo como el sistema político que hoy tenemos a partir de los partidos políticos y el IFE sino cómo aquél en dónde las personas hagan valer  el espacio político, cultural y social que tanto ha costado mantenerlo, ya que,  sólo así podremos ser actores de nuestro andar ciudadano.

Quisiera terminar este artículo invitando al amable lector que pasa por aquí a que se dé un tiempo para reflexionar sobre las condiciones y las instituciones  democráticas que hoy tenemos y analizar si estas son suficientes para hacer valida la voz de la ciudadanía. En mi opinión me parece que no es suficiente, tenemos que hacer que se involucren demás instituciones como lo es la educación para formar ciudadanos críticos-constructivos que exijan justicia, tolerancia y respeto para reforzar los cimientos de la democracia que hoy tenemos.