domingo, 28 de junio de 2009


Por un instante pensó que se trataba de un sueño, sueño que hacía ver en su rostro el recuerdo de algo hermoso. Las pequeñas ojeras que podía percibir debajo de sus ojos pispiretos no podían mentir que se trataba de un sueño.
Cuando la mire eran las 8:18 p.m. me extrañe de que ella podía haberse levantado de una siesta vespertina, pues ella no acostumbraba dormir por las tardes. pues sentía que se perdería de una posible iniciación de una fiesta.
Estaba intrigado por saber que había provocado esa cara tierna, llena de esperanza, de ilusión y de ganas de seguir pensando en ese momento que ella había vivido. Entonces pregunté que qué había pasado.
Ella contesto que había sido presa de cierta esencia que brotaba sobre la pancita de alguien. Se trataba de su sobrina de 7 meses. instantáneamente cerré los ojos dandome cuenta de que esa cara había sido real y ese momento también, que lo que estaba pasando no era producto de un sueño, sino de algo tan factico como esa pequeña sonrisa que se asomaba en su carita.
Fugazmente me llegaron ciertos olores que despiden los bebes recién bañaditos, imagine por unos segundos tocar una piel delicada como las tardes grises que incitan a la conmoción y al nostalgia.
no pude dejar de ver su rostro, más bien no puedo, pues en él encuentro ese momento de conexión con el mundo que he podido sentir a través de sus ojos. Esos ojos que funcionan como ventanas hacia la mar. persistentes como brisa y como oleaje, que ni me piden pero que tampoco me apartan; que sólo incitan a la memoria.
Hoy más que nunca quisiera seguir sintiendo la particularidad de su mirada, y el deseo de que ella y sus ojos me miren

jueves, 18 de junio de 2009

Poco es lo que vivimos
cada instante
de lo que nos propone el instante

y sin embargo,
todo lo que de él vivimos
es el propio instante.

Nostalgia

Cuando salimos de casa en busca de superación y de éxito personal y/o profesional nos damos cuenta de que posiblemente hemos realizado las promesas de cuando niño podíamos haber soñado; ya sea doctor, veterinario, maestro- a mi se me figuraba defender colores-; el caso es que sentimos en un primer momento que seguimos siendo los mismos, que somos los mismos soñadores, confiados de que mamá y papa están ahí y de que si fallamos en la empresa, ellos nos salvaran indudablemente.

Cuando hacemos un viaje de vuelta, al lugar donde se encuentran regados los recuerdos nos entusiasmamos por que resulta que las cosas siguen en ese mismo lugar, sin ningún desgaste. nos es asombroso saber como esos sitios se han vuelto atemporales, pero a pesar de esto hay un gran vació en nosotros pues caemos en la conciencia de que nosotros somos los que hemos cambiado, que entramos como meros nostálgicos en busca de revivir los años maravillosos de esos viejos tiempos.

Creo que lo único que salva este momento es el instante que se vuelve permanente de la conciencia.

lunes, 15 de junio de 2009

No sé que pasa

Ultimamente mi soledad ha sido victima de acosos